Un dispositivo, que se pone debajo de la piel de los pacientes, es capaz de liberar dosis de medicina.
Un microchip comparado con un pendrive
Un microchip acaba de superar el primer ensayo clínico con personas. Es más pequeño que la yema de un dedo y se puede controlar con un mando. Ocho mujeres lo llevaron puesto durante doce meses y veinte días. El dispositivo sustituyo las inyecciones diarias.
Daniel
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